Cuidados Domiciliarios

Hace unos años contraté a una señora para que acompañara y cuidara a mi mamá en sus actividades diarias. Al principio, todo marchaba bien, pero con el tiempo empezó a faltar, y cada vez que visitaba a mi mamá encontraba irregularidades que, a pesar de hablarlas, no cambiaban. La relación entre ambas se volvió difícil, lo que me llevó a buscar una empresa que ofreciera seguridad y se ajustara a las necesidades de mi madre. Una amiga me recomendó Abuelos en su Casa, y fue una excelente decisión. Estoy eternamente agradecida, porque interpretaron perfectamente nuestras necesidades y brindaron la tranquilidad que tanto buscábamos.

En el año 2009 contraté el servicio de Abuelos en su Casa para cuidar a mi mamá y a mi tía en su hogar. Antes de eso, no sabía que existían opciones de cuidados domiciliarios.
Por desconocimiento, primero estuvieron algunos meses en un geriátrico, pero extrañaban profundamente su casa, sus plantas, sus vecinos y todas sus comodidades.
Descubrí esta empresa a través de una publicidad, y fue un enorme alivio. Recibimos contención y amor por parte de todo el equipo, lo que nos dio paz y confianza. Hoy mi mamá y mi tía ya no están, pero sigo recomendando su labor humana, su eficacia y su empatía.

Mis padres siempre vivieron juntos e independientes, afrontando los achaques propios de la vejez. Cuando a mi padre le diagnosticaron párkinson y demencia senil, mi familia se turnaba para cuidarlo. Sin embargo, su deterioro avanzaba rápidamente y nos obligó a buscar ayuda. Encontramos Abuelos en su Casa por internet y contratamos sus servicios para que lo asistieran en el sanatorio. Luego, al recibir el alta, continuaron cuidándolo en casa. Encontraron cuidadoras que se adaptaron perfectamente a la personalidad de mi madre, respetando sus actividades. Acompañaron a mi familia hasta el final. Recomiendo esta empresa por su seriedad y confianza.